
Queridos amigos:
Ya estamos nuevamente!!!!… y una vez más el examen de consciencia, si el lema durante de esta semana ha sido la base mi actuar. Gracias por desafiar, para que la vida se vuelva un constante acto de amor extendido en el tiempo. Es en ese ayuda recíproco que podemos concretar a lo al cual San Pedro nos invitó en su primera carta: ser santos!
Parece que es tan lejos, si miramos a nuestra vida diaria… y sin embargo, ¿no les parece que en este esfuerzo, de no dejar letra muerta a nuestro compromiso con el lema, que el Evangelio brilla siempre más y con el también nuestra vida?
Resuena en el corazón aquella frase de Chiara a los jóvenes, reunidos en un Festival de jóvenes en Roma: “…no se conformen con las migajas….” Que esto mirar alto a veces cuesta, está más que comprobado, creo de cada uno! Sin embrago, sinceramente, no les parece que al final, jugándose, aun si estamos un tanto cansados por el remar en contra la corriente, en el corazón uno encuentra una alegría incomparable que le confirma, que vale la pena!
El lema de esta nueva semana, muy similar a lo de esta semana pasada, ya que me paerce que peude ayudarnos a centrarnos bien en lo esencial:
“Encontrar a Jesús en el prójimo y servirlo”
Y ya que tenemos un poco de experiencia, que les parece si nos lanzamos recíprocamente un desafío? Que les parece si para el domingo, cada uno se escribe un hecho concreto vivido, una experiencia de si mismo y lo lee como si fuera de otra persona! Lo se que cuesta escribir, pero ¿no les parece que vale la pena si con eso puedo ayudar a otro en su camino?
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